Não é neccessário vivermos ao lado de alguém para nos sentirmos ligados a esse alguém mais do que a qualquer outra pessoa...

domingo, 23 de abril de 2017

Yo y el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha...



Prólogo...

O Dia Mundial do Livro é comemorado, desde 1996 e por decisão da UNESCO, a 23 de abril. Esta data foi escolhida com base na lenda de S. Jorge e o Dragão, adaptada para honrar a velha tradição catalã segundo a qual, neste dia, os cavaleiros oferecem às suas damas uma rosa vermelha de S. Jorge e recebem, em troca, um livro, testemunho das aventuras do heroico cavaleiro. Em simultâneo, é prestada homenagem à obra de grandes escritores, como Shakespeare e Cervantes, falecidos em 1616, sendo Cervantes enterrado a 23 de abril.
Em 2017, e porque se comemoram os 150 Anos da Abolição da Pena de Morte em Portugal, a Direção-Geral do Livro, dos Arquivos e das Bibliotecas quis relacionar o Dia Mundial do Livro com esta efeméride, incitando à leitura e celebrando o livro como um hino à vida. Este cartaz, um cartoon com conceção e design da ilustradora e cartoonista Cristina Sampaio, pretende mostrar simbolicamente que o livro e a leitura são fatores fundamentais para o crescimento económico, político, social e cultural, e que se encontram na base da cidadania plena
.

"Yo conozco que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama."

De solisdão a D. Quixote de la Mancha

Malgrado, Senhor Quixote, que sandices /Vos tenham o cérebro transtornado,
Nunca sereis por alguém reprovado
Por homem de obras vis e soezes.
Serão vossas façanhas os juízes,
Pois erros desfazendo haveis andado,
Sendo por vezes mil surrado
Por vagabundos cativos e desprezíveis.
E se a vossa linda Dulcineia
Desaguisado contra vós comete,
Nem a vossas penas mostra bom talante,
Em tal desmando, vosso consolo seja
Que Sancho Pança foi mau alcoviteiro,/ Néscio ele, dura ela, e vós não amante.


Este hidalgo, quando estaba ocioso - que era lo más del año -, se daba a leer libros, con tanta afición y gusto, que olvidó cási todo...y llegó a tanto su curiosidad y desatino que vendió tierras para comprar libros...y así llevó a su casa todos quantos pudo haber dellos; y de todos ningunos le parecían tan bien los que compuso Feliciano de Silva... y quando llegaba a leer aquellos requibros y cartas de desafios, donde en muchas partes hallaba escrito: " La rázon de la sinrázon que a mi razón se hace, de tal manera mi rázon enflaquece, que con rázon me qejo de la vuestra fermosura "... Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que se no sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles, si rescitara para sólo ello... En resolución, él se enfrascó tanto en su letura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los dás de turbio en turbio; y así del poco dormir y del mucho leer se le secó el celebro , de manera que vino a perder el juicio....

Com efeito, rematado o juízo, veio dar-lhe o mais estranho pensamento que alguma vez no mundo deu a um louco, e foi que lhe pareceu conveniente e necessário, tanto para aumento de sua honra como ao srviço de sua repúblics, fazer-se cavaleiro andante e ir-se por todo o mundo com suas armas e cavalo a buscar aventuras e a exercitar-se em tudo aquilo em que lera que os cavaleiros andantes se exercitavam, desfazendo todo o género de agravo e pondo-se em ocasiões e perigos dos quais, uma vez passados, cobrasse eterno nome e fama.

Oh, como folgou o nosso bom cavaleiro...quando achou a quem dar o nome de sua dama!E foi , ao que se crê, que num lugar bem perto do seu havia uma moça lavradeira de mui bom parecer, de quem ele andou enamorado um tempo, ainda que, segundo se supõe, ela jamais o tenha sabido ou ele mostra de tal dado.... Acabou por lhe chamar Dulcineia del Toboso pois era natural de Toboso: nome, segundo lhe parecia, musical e peregrino e significativo, como todos os demais que a si mesmo e a suas coisas havia posto.


Carta de D. Quixote a Dulcinéia del Toboso
“Soberana e alta senhora!
O ferido do gume da ausência, e o chagado nas teias do coração, dulcissima Dulcinéia del Toboso, te envia saudar, que a ele lhe falta. Se a tua formosura me despreza, se o teu valor me não vale, e se os teus desdéns se apuram com a minha firmeza, não obstante ser eu muito sofrido, mal poderei com estes pesares, que, além de muito graves, já vão durando em demasia.
O meu bom escudeiro Sancho te dará inteira relação, ó minha bela ingrata, amada inimiga minha, do modo como eu fico por teu respeito. Se te parecer acudir-me, teu sou; e, se não, faze o que mais te aprouver, pois com acabar a minha vida terei satisfeito à tua crueldade e ao meu desejo.
Teu até à morte
O Cavaleiro da Triste Figura.”

Belo epíteto para mim: Mestre da Triste Figura...

—En la casa de los locos de Sevilla estaba un hombre a quien sus parientes habían puesto allí por falto de juicio. Era graduado en cánones por Osuna, pero aunque lo fuera por Salamanca, según opinión de muchos, no dejara de ser loco. Este tal graduado, al cabo de algunos años de recogimiento, se dio a entender que estaba cuerdo y en su entero juicio, y con esta imaginación escribió al arzobispo suplicándole encarecidamente y con muy concertadas razones le mandase sacar de aquella miseria en que vivía, pues por la misericordia de Dios había ya cobrado el juicio perdido, pero que sus parientes, por gozar de la parte de su hacienda, le tenían allí, y a pesar de la verdad querían que fuese loco hasta la muerte. El arzobispo, persuadido de muchos billetes concertados y discretos, mandó a un capellán suyo se informase del retor de la casa si era verdad lo que aquel licenciado le escribía, y que asimesmo hablase con el loco, y que si le pareciese que tenía juicio, le sacase y pusiese en libertad. Hízolo así el capellán... obedeció el retor viendo ser orden del arzobispo, pusieron al licenciado sus vestidos, que eran nuevos y decentes, y como él se vio vestido de cuerdo y desnudo de loco, suplicó al capellán que por caridad le diese licencia para ir a despedirse de sus compañeros los locos. El capellán dijo que él le quería acompañar y ver los locos que en la casa había. Subieron, en efeto, y con ellos algunos que se hallaron presentes; y llegado el licenciado a una jaula adonde estaba un loco furioso, aunque entonces sosegado y quieto, le dijo: «Hermano mío, mire si me manda algo, que me voy a mi casa, que ya Dios ha sido servido, por su infinita bondad y misericordia, sin yo merecerlo, de volverme mi juicio: ya estoy sano y cuerdo, que acerca del poder de Dios ninguna cosa es imposible50. Tenga grande esperanza y confianza en Él, que pues a mí me ha vuelto a mi primero estado, también le volverá a él, si en Él confía. Yo tendré cuidado de enviarle algunos regalos que coma, y cómalos en todo caso, que le hago saber que imagino, como quien ha pasado por ello, que todas nuestras locuras proceden de tener los estómagos vacíos y los celebrosX llenos de aire51. Esfuércese, esfuérceseXI, que el descaecimiento en los infortunios apoca la salud y acarrea la muerte». Todas estas razones del licenciado escuchó otro loco que estaba en otra jaula, frontero de la del furioso, y, levantándose de una estera vieja donde estaba echado y desnudo en cueros, preguntó a grandes voces quién era el que se iba sano y cuerdo. El licenciado respondió: «Yo soy, hermano, el que me voy, que ya no tengo necesidad de estar más aquí, por lo que doy infinitas gracias a los cielos, que tan grande merced me han hecho». «Mirad lo que decís, licenciado, no os engañe el diablo53 —replicó el loco—; sosegad el pie y estaos quedito en vuestra casa, y ahorraréis la vuelta». «Yo sé queXII estoy bueno —replicó el licenciado—, y no habrá para qué tornar a andar estaciones54». «¿Vos bueno? —dijo el loco—. Agora bien, ello dirá55, andad con Dios; pero yo os voto a Júpiter, cuya majestad yo represento en la tierra, que por solo este pecado que hoy comete Sevilla en sacaros desta casa y en teneros por cuerdo, tengo de hacer un tal castigo en ella, que quede memoria dél por todos los siglos de los siglos, amén56. ¿No sabes tú, licenciadillo menguado, que lo podré hacer, pues, como digo, soy Júpiter Tonante, que tengo en mis manos los rayos abrasadores con que puedo y suelo amenazar y destruir el mundo? Pero con sola una cosa quiero castigar a este ignorante pueblo, y es con no llover en él ni en todo su distrito y contorno por tres enteros años, que se han de contar desde el día y punto en que ha sido hecha esta amenaza en adelante. ¿Tú libre, tú sano, tú cuerdo, y yoXIII loco, y yo enfermo, y yo atado? Así pienso llover como pensar ahorcarme.» A las voces y a las razones del loco estuvieron los circustantesXIV atentos, pero nuestro licenciado, volviéndose a nuestro capellán y asiéndole de las manos, le dijo: «No tenga vuestra merced pena, señor mío, ni haga caso de lo que este loco haXV dicho, que si él es Júpiter y no quisiere llover, yo, que soy Neptuno, el padre y el dios de las aguas, lloveré todas las veces que se me antojare y fuere menester». A lo que respondió el capellán: «Con todo eso, señor Neptuno, no será bien enojar al señor Júpiter: vuestra merced se quede en su casa, que otro día, cuando haya más comodidad y más espacio, volveremos por vuestra merced». Rióse el retor y los presentes, por cuya risa se medio corrió el capellán; desnudaron al licenciado, quedóse en casa, y acabóse el cuento5.

—Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo, haciéndote caer en el error en que yo he caído de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo.














Quando António José da Silva, o Judeu, decidiu escrever o seu Dom Quixote para o teatro do Bairro Alto, a segunda parte da história, sobretudo os capítulos XLII a LIII, já tinha fornecido material textual aos dramaturgos europeus A edição da história utilizada foi em língua espanhola, pois a primeira tradução em português de Don Quijote só apareceu em 1794.

Carrasco- Pois estais vencido, mando-vos que não tomeis armas por espaço de dez anos e vos recolhais a vossa casa.
Sancho- Oh! Nunca tua mão doa! Bem hajas!
D. Quixote- Como bom cavaleiro, devo obedecer. Dizei-me: quem sois?
Carrasco- Eu sou Sansão Carrasco, a quem venceste já uma vez; agora quiseram os astros que eu vos vencesse, para que vos recolhais em paz para a vossa casa, que assim mo pediu vossa sobrinha e vossa ama.
Sancho- Ora, Senhores, acabou-se a valentia de D. Quixote, graças a Deus! Tirei bom fruto dele! Bem me disse a minha filha ao despedir-me!Com que agora, dando fim a esta verdadeira história,irei cantando:Tão alegres que viemos,e tão tristes que tornamos..


Ler este texto e outros similares de antónio josé da silva foi um sacrifício indescritível...

Acontece porém que toda a arte é criação; ora sendo toda a arte criação, e sendo toda a criação, por sua natureza, afirmação, resulta que a arte satírica, que é negativa, encerra em sua essência o paradoxo de que é grande na proporção em que sai para fora de ser satírica. Quanto mais satírica menos satírica. Aí estão o «Dom Quixote» e «A Tale of a Tub» a pedirem que os citemos como exemplos.Não se julgue porém que isto — mera constatação — leva escondido o puxar para desprezível a arte de satirizar. Nessa arte, como na outra, pode haver, e em cada um dos seus três géneros, brilhantismo, talento e génio. Pode haver mesmo um artista genial em nos dar o interesse fútil das coisas; basta que no-lo dê com a plena dolorosa consciência dessa futilidade. E isso é porque (voltemos ao mesmo paradoxo) já essa dor da consciência do fútil nos leva para além da sátira.Porque o génio satírico é aquele que, quer faça sátira pelo ódio, quer pelo desprezo, quer pelo interesse fútil, nos dá o além odioso, o além ridículo, o além fútil. O talento, em qualquer dos três géneros, será aquele que cegantemente, multiformalmente, nos der o fútil como fútil, o ridículo como ridículo o odioso como odioso. — O meramente inteligente ou brilhante será aquele que, não sem individualidade, mas sem vincada forma pessoal e acentuado polimorfismo, nos der o que ao seu género convenha.

Essas minhas interessantes viagens hão de ser uma obra prima, erudita. brilhante, de pensamentos novos, uma coisa digna do século. Preciso de do dizer ao leitor, para que ele esteja prevenido; não cuide que são quaisquer dessas rabiscaduras da moda que, com o título de Impressões de Viagem, ou outro que tal, fatigam as imprensas da Europa sem nenhum proveito da ciência e do adiantamento da espécie.Primeiro que tudo, a minha obra é um símbolo... é um mito, palavra grega, e de moda germânica, que se mete hoje em tudo e com que se explica tudo... quanto se não sabe explicar. (...)
Houve aqui há anos um profundo e cavo filósofo de além Reno, que escreveu uma obra sobre a marcha da civilização, do intelecto - o que diríamos, para nos entenderem todos melhor, o Progresso. Descobriu ele que há dois princípios no mundo: o espiritualista, que marcha sem atender à parte material e terrena desta vida, com os olhos fitos em suas grandes e abstratas teorias, hirto, seco, duro, inflexível, e que pode bem personalizar-se, simbolizar-se pelo famoso mito do cavaleiro da mancha, D. Quixote; - o materialista, que, sem fazer caso nem cabedal dessas teorias, em que não crê, e cujas impossíveis aplicações declara todas utopias, pode bem representar-se pela rotunda e anafada presença do nosso amigo velho, Sancho Pança.Mas, como na história do malicioso Cervantes, estes dois princípios tão avessos, tão desencontrados, andam contudo juntos sempre, ora um mais atrás, ora outro mais adiante, empecendo-se muitas vezes, coadjuvando-se poucas, mas progredindo sempre.
E aqui está o que é possível ao progresso humano.E eis aqui a crónica do passado, a história do presente, o programa do futuro.Hoje o mundo é uma vasta Barataria, em que domina el-rei Sancho. Depois há de vir D. Quixote.



Inútil seguir vizinhos,
querer ser depois ou ser antes.
Cada um é seus caminhos.
Onde Sancho vê moinhos
D. Quixote vê gigantes.

Vê moinhos? São moinhos.
Vê gigantes? São gigantes.

Sem comentários: